She Sends

La primera montaña de una carrera deportiva está bien definida. Fija tu mirada en la cima, persíguela con todo lo que tengas y comprueba lo alto que puedes llegar. Para Kate Courtney, ese ascenso fue constante e &implacable.

“Esa idea de alcanzar la primera cima se refería en realidad a alcanzar la cima del deporte”, afirma ella. “Aunque haya altibajos en todo momento, en cierto modo en tu mente sólo cuentas los pasos hacia delante”. 

Los pasos hacia arriba parecían sencillos: un progreso gradual que la llevó de ser un fenómeno del mountain bike en el instituto a Campeona del Mundo de XCO de élite.

La ambición de Kate encontró inspiración en quienes la precedieron. Mujeres estadounidenses como Lea Davison y Chloe Woodruff corrían por todo el mundo, estableciendo el nivel y mostrando lo que era posible.

"Había visto a muchas de mis mentoras subir a podios y demostrar que estábamos llamando a la puerta, pero seguía teniendo la sensación de que existía la idea de que las europeas dominaban y las estadounidenses sólo podíanmos competir", afirma Kate. “Y eso me motivó mucho para querer ser yo quien demostrara que era posible”. 

En el Campeonato Mundial de 2018, Kate hizo precisamente eso: ganó en los Alpes suizos, con una bandera estadounidense sobre los hombros.

Sin embargo, la cima nunca es permanente. En 2020, Kate ocupó el primer puesto del ranking mundial, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Tokio y se postuló como favorita para ganar la medalla de oro. Y entonces llegó la COVID.

“Caí del primer puesto al 77 en la clasificación mundial”, afirma ella. “Todos los fundamentos de ese tipo de ecuación matemática del éxito comenzaron a desmoronarse”. 

Ese colapso la forzó a plantearse una pregunta más difícil: ¿por qué seguir ascendiendo? Era una pregunta que la corroía y que, finalmente, la llevó a centrarse en lo más importante.

She Sends es la expresión de su segunda escalada. Es el nombre de su equipo, el título de su Fundación y un mantra para asumir riesgos y encontrar la alegría. El título estampado en su ropa es el que marca la próxima etapa de su carrera.

En agosto, Kate ganó la Leadville Trail 100, una de las mayores carreras de resistencia de mountain bike del mundo. Para ella, la victoria no fue sólo un resultado, sino el redescubrimiento de su deseo de competir, por amor al deporte, y con la ambición de devolver a la sociedad lo que ésta le ha dado, animando a más mujeres y niñas a vivir sobre la bici.

La misma curiosidad que una vez impulsó su ascenso -- "este deseo de ir al límite, descubrir de lo que soy capaz y estar en un entorno competitivo diseñado para sacar lo mejor de mí", dice Kate- sigue impulsándola. Pero ahora está trenzado con un propósito. El alto rendimiento importa, pero también lo que significa. Su historia se centra menos en la progresión lineal y más en la posibilidad, la conexión y la expansión.

Si la primera vez demostró lo que era posible, la segunda demuestra por qué es importante.