Datos hermosos

Lanzado por primera vez en 2015, el Data Print se inspiró en el viaje del profesional británico Peter Kennaugh en el Tour de 2013. Utilizando mediciones de la distancia, el desnivel y los niveles de TSS (Training Stress Score) de un ciclista anónimo, el estudio de diseño londinense Accept & Proceed mapeó estos datos para generar una serie de gráficos y un patrón geométrico único. En aquella época, el equipo de Kennaugh operaba en la cima del deporte, famoso por su exhaustiva aplicación de las estadísticas y su exigente ojo para los detalles. En 2024, el Data Print representa un hito en el deporte y un gran cambio en el enfoque de diseño de Rapha, que fusiona arte y ciencia para visualizar las competiciones de bici profesional de una forma completamente nueva.

Los gráficos representan las batallas diarias que ciclistas como Kennaugh libraron en la carrera de tres semanas, a lo largo de aproximadamente 2300 millas y 86 horas de pedaleo. Cada etapa del Tour 2013 está simbolizada por uno de los gráficos, comenzando en Porto-Vecchio (Córcega) en la base y terminando en París en la cima de la línea. La longitud de cada etapa se relaciona con la altura de este cheurón, y la elevación de la etapa con lo lejos que se extiende el cheurón desde la línea central. La intensidad y la duración del día rigen el grosor de las líneas sombreadas de las puntas de flecha. A continuación, este perfil dinámico se aplicó como patrón a una selección de la gama Pro Team de Rapha.

En un deporte a menudo impredecible, una cosa es cierta en las competiciones de ciclismo: los números cuentan. La tecnología y los datos que la impulsan no pueden ser pasados por alto por los equipos a la caza del límite competitivo. Desde el análisis del VO2 máximo y el umbral de lactato que deciden el mejor lugar para atacar hasta la Dinámica de Fluidos Computacional que informa de la altura que debe tener tu calcetín, la verdad está ahí fuera para los que la buscan. Incluso los corredores aficionados y los guerreros de fin de semana tienen una galaxia de opciones para medir el alto rendimiento. La tecnología wearable, la ubicuidad de los medidores de potencia y las plataformas virtuales inmersivas aprovechan el ciclismo como una experiencia interconectada y siempre activa. Incluso la cantidad de rutas "compartidas" en las redes sociales hace que el ciclismo tenga una doble realidad, ya que se encuentra tanto en el mundo digital como en el analógico. Pero, ¿es todo una gran distracción? ¿O mejora la experiencia y, lo que es más importante, eleva el alto rendimiento?

Para que esos números signifiquen algo, su ejecución en el mayor escenario del mundo requiere otros valores, a saber, instinto de competición y habilidad.

Algunos pueden tachar a las estrellas y los gregarios actuales de autómatas, guiados por datos en tiempo real, métricas avanzadas y directores deportivos cargados hasta las cejas de analítica. Pero en ese momento decisivo, en el que el atleta debe saber de qué es capaz su cuerpo, cómo sus propios cálculos orgánicos alimentan de información a sus ojos, corazón, pulmones y piernas. Eso cuenta mucho. La emoción sigue ahí en la línea de meta para que todos la vean.

El atractivo romántico de las competiciones de bici, el valor emocional al que están enganchados muchos aficionados y deportistas, no es tan fácil de descifrar. La interpretación de los números que hace el Data Print es un intento de mostrar la historia humana que une los impulsos electrónicos y la mayor competición del mundo. A pesar de todas las innovaciones tecnológicas y de la información de que disponemos actualmente, el ciclismo tiene que ver fundamentalmente con la fuerza y la imaginación humanas, y sin eso, las cifras no significan nada.