Juntas, pedaleamos

“El 1 de Junio de 2001, intenté montar en bici por primera vez. Tenía 12 años, era el primer día de las vacaciones escolares y fui a un club ciclista. Me encantó inmediatamente y no he parado nunca desde entonces. Lo que empezó como diversión, pronto se convirtió en una afición y después en un estilo de vida. Ahora es una profesión.”

“Crecí en una familia futbolera. Una vez, mi padre me llevo a ver jugar a mi hermano. Había muchos niños andando en bici en un lado del campo. Me llamó la atención y le dije a mi padre ‘¡en vez de ver fútbol quiero probar eso!’, ahí es donde empezó todo.”

“Empecé a montar en bici en la escuela y me compré mi primera bici en Diciembre de 2008, por 120€, ¡zapatillas incluidas! Las zapatillas eran muy pequeñas, así que me las ponía sin las plantillas. Nunca pensé en empezar a competir, pero alguien me sugirió que lo probara y me encantó. Tenía mucho que aprender y cometí errores. Recuerdo ir a una concentración de entrenamiento en la que llovía y hacía mucho frío. No tenía guantes, pero recuerdo decir ‘¡no necesito guantes!’”

“Me encanta el aspecto social del ciclismo en un grupo, la cháchara, las paradas del café. Salir en bici con otras personas hace que me esfuerce mucho más, especialmente si salgo con chicos - les seguiré y por dentro iré diciéndome ‘no me voy a descolgar, no me voy a descolgar!’, no voy a dejar que tengan que esperarme.”

“En un grupo el tiempo pasa mucho más rápido, mientras que cinco o seis horas sola pueden hacerse eternas! Aunque más que por eso, salir en grupo significa que puedes hablar, apoyarte y motivarte mutuamente. Y si alguien es un poco mejor que tú, hace que quieras mejorar.”

“Ser un equipo es tener una conexión entre tus compañeras de equipo y tú. Necesitas tener confianza mutua total.”

“A veces ser la mejor es cuestión de confianza. Es decirte a ti misma que puedes hacerlo. Es salir de ese agujero de negatividad y luchar por encontrar lo positivo en la gente que te rodea.”

“No veo el entrenamiento como un castigo. Para mí, es algo que amar. Cada mañana me levanto y quiero salir con la bici porque sé que voy a hacer algo que me hace increíblemente feliz.”

“Es muy excitante estar delante en una carrera ciclista, pero es muy duro llegar ahí, especialmente en las pruebas belgas. Una vez estás ahí, la sensación que tienes es muy poderosa y, aunque me duela de verdad, puedo sobreponerme al dolor. Cuando estás en esa zona, puedes estar totalmente concentrada en tu objetivo.”

“Me encanta subir porque sufres. Como todo el mundo, se me hace duro pero cuanto más sufres más orgullosa puedes estar de ti misma cuando llegas a la cima.”

“Las mujeres pueden tener muchas dudas sobre sus habilidades y para mí, todo se reduce a la confianza - muchas ciclistas piensan que no son lo suficientemente buenas para competir, pero les digo que no tienen que tener miedo, sólo es ir en bici.”

“Ir en bici no es algo peligroso, pero muchas mujeres lo perciben así y si ése es tu caso, sólo necesitas buscar tu momento. Sal cuando las carreteras están tranquilas, sal cuando todo el mundo esté haciendo otras cosas, sal cuando te sientas más segura.”

“Ir en bici es una cosa tan liberadora. Cuando vas en bici eres libre. No te afecta el mundo que te rodea. Y cuando lo haces con amigos, creas lazos, creas camaradería y sufrís juntos.”