La vida en el polvo

Son raros los momentos en los que Luke Cryer no está cubierto de una capa de tierra. La suciedad cubre su joven rostro, su desordenada melena rubia, su delgado cuerpo. Le sienta bien, ofreciéndole un brillo terrenal intemporal. El ciclista de Stone está en su elemento. Su vida parece girar en torno a la suciedad, tanto para cavarla como para recorrerla.

El trabajo de Luke como excavador difumina la línea que separa el flow de un pumptrack de altos terraplenes, los dobles esculpidos de bordes pronunciados y las líneas clásicas de freeride que se esculpen y retuercen a través de los bosques. Es un piloto completo con un conjunto de habilidades arraigadas en el BMX. También ha sido corredor: un par de medallas de los 4X Campeonatos del Mundo cuelgan del espejo retrovisor de su coche, prueba tangible de su velocidad en la pista. Hubo un tiempo en que Luke definía el éxito por su posición en una hoja de resultados. Pero su definición personal de éxito ha cambiado bastante desde entonces.

"El éxito ha cambiado para mí a lo largo de los años. Han pasado muchas cosas. Ha estado ganando carreras o subiendo al podio en carreras, y ahora es el otro extremo del espectro. El éxito es simplemente hacer algo con lo que te sientas feliz. Te despreocupas, te importa un carajo: eso es el éxito, cuando haces algo con lo que eres realmente feliz".

Uno tiene la sensación de que Luke elige conscientemente renunciar a las nociones tradicionales de éxito material por su propia salud mental. Tras sufrir una lesión cerebral traumática en un accidente de pumptrack, Cryer tuvo un largo camino de recuperación. Su vuelta al ciclismo fue gradual. Pasó gran parte de su tiempo en lo profundo del bosque, esculpiendo rutas y soñando con volver a pedalear. Todo culminó con la finalización de un tramo de sendero en el que había trabajado durante meses.

"Estaba muy deprimido y me sentía fatal. Fue justo después de mi lesión cerebral y no había andado en bici. Llovía y nevaba cuando estaba cavando. Era "hacer el trabajo para terminar el trabajo". Pero después, cuando todo funciona, la recompensa es increíble. La sensación es jodidamente mágica".

La magia no es sólo el resultado, sino el proceso. Es lo que nos une como ciclistas de montaña. El trabajo que conlleva la construcción de la línea perfecta, o la puesta a punto de tus rutas locales, es algo más que un recorrido. Continúa cavando.