Fue en la capilla de lo que se conoce como Kapelmuur, una empinada carretera empedrada sobre la ciudad de Geraardsbergen, donde actualmente hay instalado un parque de atracciones, con sus tazas y platillos girando. Durante unos preciosos minutos al año, la Kapelmuur es el centro del ciclismo belga, es decir, el centro mismo del mundo.
Ha habido carreras antes de ésta, en Oriente Medio y Australia, y seguro que tienen sus aficionados, pero aquí en Bélgica todo el mundo es aficionado. El país está dividido en tres lenguas y a veces apenas puede elegir gobierno, pero todo el mundo, al parecer, está de acuerdo en las carreras de bicicletas. Así que ésta, la Omloop Het Nieuwsblad, la primera de las Clásicas de un día, es la ceremonia inaugural y el baile de bienvenida del ciclismo de carretera.
